La tiroides es una glándula endocrina común en todos los mamíferos, sobre todo en los seres humanos, esta se encarga de producir una hormona, la ‘tiroxina’, que circula por la sangre y actúa prácticamente en todos los órganos del cuerpo; también se encarga de regular la temperatura corporal, del gasto metabólico o ‘metabolismo’, del crecimiento de los huesos, o del desarrollo cerebral.
Es una creencia falsa que todos los problemas de obesidad o de bajo peso se deban a la tiroides, ya que ésta tan sólo ocurre en caso de tener enfermedad y siempre en la fase aguda, no cuando ya está tratada o curada.
Sabemos que hay situaciones en las que la tiroides enferma no puede permanecer en el cuerpo, por lo cual es necesario extirpar. Hoy en día no existe ningún problema y se puede vivir sin esta glándula, eso sí, con una pastilla que sustituye al aporte que antes realizaba la glándula.
Posterior a estas situaciones es necesarios hacer revisiones periódicas para verificar si se estás tomando las dosis adecuadas de hormona sustitutiva sobre todo al inicio del tratamiento y si el efecto en su cuerpo es positivo y benéfico para tu salud, en caso de que esto no pase, es momento en el que hay que ajustar la dosis que cada persona necesita.
No es necesario que se preocupe por engordar, vivir sin tiroides no es el problema, eso sí, si la tiroides no está bien sustituida y hay hipotiroidismo sí se engordará, pero si todo lo anterior que hemos mencionado es monitoreado por su médico y sigue las indicaciones, simplemente no tendrá mayor problema y su calidad de vida no se verá afectada.




